¡AY, ESAS ESCENAS IMPACIENTES!!


¡Hola de nuevo!!

Antes de nada, os recuerdo que, al comentar en esta entrada, podéis tener premio 😉 Más abajo os lo explico mejor.

Os dije que os informaría un poco de los avances en mi nuevo libro. La novela está muy avanzada ya. Me propuse comprobar si era capaz de tomarme la escritura aún más en serio y exprimir más mis días. Para ello tuve que hacer un horario para no perderme. De ese horario os hablaré otro día, solo deciros que lo cumplo… más o menos jejeje

Lo que sí es cierto es que mis días se han vuelto mucho más productivos, en lo que a escribir se refiere, al menos.

También hay que decir que la historia tiene algo que me está atrapando como hacía tiempo no me pasaba, hasta el punto de que no quiero leer otra cosa, quiero saber cómo sigue mi libro jajajaja En fin, locuras mías 😛

Y esta ansia por escribir es la que me ha dado la idea de esta entrada. ¿Qué me decís, compañeros escritores, de esas escenas chachis, de las que llevamos esperando durante toooodo el libro, de las que nos morimos por escribir? 😛

Una vez leí algo sobre esto, que escribir un libro es como leerlo, que tienes que tragar todo un proceso, y hasta paja a veces, para llegar a lo que te mueres por contar (y vivir, tanto escribiendo como leyendo, las escenas se viven).

Muchas veces se trata de un beso. ¡Aaahh el primer beso!!! Esa escena parece que no llega nunca, tanto la ansiamos que a veces nos precipitamos y creamos lo que llaman «instant love» (odio el término, por cierto, qué cursi me parece :P). ¿Y qué me decís de la primera escena de cama? (Si hay escenas de cama, claro). Eso sí que apetece escribirlo, ¿eh, pillines?

Karen Marie Moning tuvo que escribir una escena de sexo entre Mac y Barrons en su saga Fiebre porque se moría de ganas de que esos dos se acostaran y, claro, eso no podía ocurrir tan pronto sin cargarse la historia. La escena se incluye en el último libro de la saga como curiosidad.

Me encantó leer eso, porque demuestra que hasta lo más grandes son ansiosos.

Otras escenas impacientes son las de acción. Esas batallas, esas emboscadas, ¿Y los crímenes? ¡Pero qué difícil es esperar para matar a alguien, por Dios!!!!

Muchos autores hacen como Karen Marie, escriben esas escenas que desean para poder seguir con la historia sin que les afecte. A veces, las escenas podrán incluirse sin problema en la historia en su momento justo, pero otras, como en el caso que os he contado, eso no es posible y pasan a formar parte del contenido especial, o quizás nunca salgan a la luz. ¿Os habéis parado a pensar qué habrá en el cajón secreto de Stephen King? Yo salivo al pensar en eso jajaja

Sea como sea, mi consejo es que, si sientes demasiada ansiedad, lo mejor es que te la quites cuanto antes como mejor te parezca, porque si no lo haces, tu novela puede verse afectada negativamente. Puede que transmitas esa impaciencia sin darte cuenta y que toda la trama se vea acelerada o precipitada, o, aún peor, hueca y poco creíble. Vale, seguro que la escena impaciente la bordas y te queda genial porque las musas te cantan al oído, pero recuerda que un libro está compuesto de muchas más escenas, quizás no tan gratificantes pero igual de necesarias 😉

¿Cómo lo hago yo? Bueno, recordad que yo soy la loca que disfruta con las sagas largas cuyos libros se publican de año en año, así que… Pues eso, que me gusta sentir impaciencia, así que lo que hago es seguir escribiendo, deseando cada segundo acercarme más a esa escena que me muero por crear, pero sin prisas. Esto me ayuda a seguir un ritmo constante en la escritura, a no aburrirme y estar en todo momento ilusionada con mis avances. Así, cuando al fin llega el momento… ¡Uf, cómo lo disfruto! Me pueden dar las once de la noche y no me entero. ¿Os he comentado alguna vez que en casa me llaman Carbonilla? No es por mi moreno de piel, os lo aseguro. Los tengo acostumbrados a comer carbones porque se me va la olla demasiado a menudo.

Y ahora, contadme vosotros, los escritores, ¿cómo lo hacéis? ¿Cómo sobrelleváis esa ansiedad por escribir una escena concreta? ¿Cuáles son las que más os apetece escribir?

Y a los lectores, ¿os pasa algo parecido cuando leéis un libro? ¿Qué hacéis, leéis más rápido, saltáis páginas? ¿Cuáles son vuestras escenas favoritas?

Os recuerdo que este mes de julio, vuestros comentarios pueden tener premio. Desde hoy, martes 4 de julio de 2017, hasta el martes 11 de julio, entre todos los que comentéis en esta entrada se sorteará un lote de marcapáginas y un llavero artesanal de mi novela «Hecho en el Cielo» 😉 (Mínimo tres participantes para que se realice en sorteo).

¡Hasta la próxima!!!!

 

 

12 pensamientos en “¡AY, ESAS ESCENAS IMPACIENTES!!

  1. Me ha gustado mucho esta entrada porque me identifico con ella, hay escenas que de verdad desea uno escribir pero se sabe que hay que esperar, que si no se estropea todo, interesante estara esa novela que por lo visto es de romance verdad? bueno espero poder leerla alguna vez… 🙂

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    • Hola, Vanessa! Pues sí, es un placer contener esa impaciencia, porque cuando llega la escena en sí, la disfrutas muchísimo!!! Sí, la novela en la que estoy trabajando es romántica histórica y me está trasladando como hacía tiempo que no me pasaba, así que la estoy disfrutando mucho. Ya os contaré si alguna vez ve la luz 🙂 Gracias por comentar!!!

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  2. Mi problema es que soy muy impaciente. Así que no puedo escribir algo largo porque siento la necesidad de que la gente lo lea todo de manera inmediata. Será por eso que me dedico en cuerpo y alma al microrrelato ( y un poco de poesía, aunque sea regulera, jeje)

    Un saludo.

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  3. Hay diferentes formas de enfrentarse a la escritura de un texto, pero creo que cualquier persona que cree un libro tiene presentes ciertas escenas clave, paradigmáticas, que está deseando escribir. Pero, en efecto, no hay que ser impaciente y dejar que el ansia te consuma: hay que llegar a ella poco a poco, sin acelerones, permitiendo que la historia fluya de forma natural. Al menos, esa es mi forma de proceder 🙂

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  4. ¡Hola! Lo cierto es que yo sigo dos procedimientos, dependiendo del nivel de ansiedad que sienta por esa escena concreta. La primera es seguir escribiendo y hacer de rogar un poco la escena para que, cuando llegue el momento, salga lo más redonda y «perfecta» posible (a mis ojos). La segunda es escribirla en un documento aparte, sobre todo si esa escena ha venido de un sueño y no quiero perder tiempo ni detalles concretos de ella. Lo malo de esta opción es que luego siento más ganas de llegar a ella jajaja.

    Me ha encantado esta entrada, pero sobre todo saber que estás disfrutando tanto de tu escritura. Cuando a mí me pasa con alguna de mis novelas, también es lo único que quiero leer jeje.

    Saludos ❤

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  5. Yo no puedo remediarlo y, después de mucho rumiarlas, las vomitó como una posesa jajajaja. Tengo una carpeta de APUNTES dentro de cada novela. En ella meto todo trozo, idea, recorte de escena o escena anticipada que me llegue antes de tiempo. Por norma general, suelo escribirlas hasta con el mismo formato de letra, no por nada especial, solo por el simple placer de no sentirme culpable por haberme saltado todo principio de continuidad en el manuscrito. Culpable!
    Luego, el camino hasta llegar a esa escena concreta, que aunque esté escrita, sigue mortificándome, se me hace interminable, y sufro mi merecido castigo por ser una ansias.
    Pero es una gozada, da igual si es un primer beso o el último, si es una escena de cama o un asesinato monumental… Cuando sale y se queda tan bonita escrita, es un auténtico placer escrituril jajajajaja.
    Buena entrada, guapa! Besos 😘

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  6. Te voy a contestar porque mientras leía sentía la ansiedad de hacerlo, xddd. A mi también me pasa, y joder, a lo bestia. Muchas veces me limito a recrear en mi mente la escena, y luego cuando la escribo, pues ya estoy más calmadita y soy más objetiva. Pero lo que te quería contar era lo que me pasó la última vez: acabé la novela. Sabía que estaba acabada, no había espacio para más. Pero entonces sentí un terrible vacío, como que había muerto algo dentro de mí. Y me dije, pues nada chica, escribe lo que pasaría después. ¡Y lo hice! 30 páginas de recreación pura y dura que nunca nadie verá, pero que me sirvieron para quitarme ese mono de una historia que ya había llegado a su fin. En fin, un abrazo, y gracias por tus impresiones. Ya sabes que no soy de contestar en comentarios sino en privado, pero me creaste la necesidad de decir esto.

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    • Pues me alegro de haberte creado esa necesidad 🙂 Qué guay eso de las 30 páginas! A mí me ha pasado a veces y escribo relatos, pero sobre todo para profundizar sentimientos. A veces los publico por aquí, que no le ve mucha gente jajajaja Gracias por comentar!!

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